EL REPARTIDOR DE GASEOSAS
Pablo se ganaba la vida repartiendo gaseosas con una vieja
camioneta.
Para evitar problemas, traía sus dos hijos detrás cuidando de las botellas, pero aún así cada tres kilómetros se los rompía una.
Además, debido al calor que hacía, el hijo grande bebía una gaseosa cada
4 km y el hijo pequeño una cada 6 km.
Si en el curso de un trayecto
perdió exactamente 36 gaseosas, ¿de cuántos kilómetros era el recorrido?
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